La superficie del suelo suele ser en la mayoría de los casos el área más desgastada de cualquier casa, salón o construcción debidamente armada, y es que por obvias razones estas zonas cuentan con un tránsito permanente además de otros factores que hacen que su mantenimiento desde el punto de vista estético sea difícil de conservar.
Los materiales de construcción convencionales para la conformación de todo procedo constructivo hacen hincapié en la formación de una capa primaria (suelo) con capacidad para soportar todos los elementos que lo erosionan y producen la disminución de esta capa, lo cual se traduce en el mantenimiento del suelo durante un tiempo prolongado.
Sin embargo, tarde o temprano el deterioro se hace presente y su reacomodo puede significar una costosa reparación en términos económicos para lograr que el área afectada quede como nueva. Por tal motivo, numerosas alternativas se han venido asomando desde hace un tiempo, tomando mayor fuerza el hecho de pintar el suelo de estos espacios, no como una manera de reconstruir la zona sino de fortalecer cada cierto tiempo la misma en función de su durabilidad y permanencia.
Aunque muchos han cuestionado el uso de estas prácticas al considerarlas inefectivas y una pérdida de dinero, realizar mejoras con materiales de calidad en cuanto a pintura se refiere ha garantizado su eficiencia en el mercado, proporcionando la seguridad en el aspecto de mantenimiento y saltando los incontables factores que entran en escena durante un proceso de desgaste como sucede en la superficie del piso.
¿Qué tipo de pintura escoger?
Es un hecho que no todos los suelos se componen del mismo material, de tal manera, es importante tener en consideración ciertos aspectos antes de realizar la elección del tipo de pintura.
Uno de los elementos más relevantes a tener presente al momento de elegir el tipo de pintura es el material usado en la fabricación del suelo. De igual manera, se pondera si es un suelo exterior o interior, ya que dependiendo de su uso necesitará una pintura más resistente o duradera.
Así mismo, lograr el acabado deseado no se conseguirá solamente con la elección de un buen tipo de pintura, también influirá la buena preparación y aplicación del suelo. Es importante tener en cuenta que antes de iniciar el proceso de aplicación de la pintura, se debe acomodar o reparar todas y cada una de las irregularidades del suelo y limpiarlo adecuadamente.
Del mismo modo, asegurarse de que el suelo donde se aplique la pintura es lo suficientemente poroso es necesario, en caso contrario deberá aplicarse una capa de imprimación.
Para realizar la elección más correcta se cuentan con tres opciones de pinturas a escoger: pintura sintética, acrílica y pintura a base de resinas bicomponentes.
Pintura sintética; este tipo de pintura se compone de materiales químicos caracterizados por su capacidad de durabilidad, siendo idóneo para suelos en áreas como garaje y zonas con mucho tránsito como almacenes o depósitos donde la entrada y salida de vehículos con material pesado sea recurrente. Para aplicarlo, se diluye con disolvente sintético o aguarrás.
Pintura acrílica; su composición está basada en resinas acrílicas, característica que la convierte en una opción suficientemente resistente para ser aplicada en superficies de tránsito continuo. La calidad de su uso se ha comprobado en pavimentos de garajes y almacenes. Su tiempo de secado no supera las 3 horas.
Pintura a base de resinas bicomponentes; este tipo de pinturas no necesita de imprimación para su aplicación, lo que hace falta en estos casos en un endurecedor. Estas pueden ser de dos tipos.
Epoxi: utilizada tanto para la decoración como para la protección del pavimento en cuanto al desgaste. Uno de los problemas que se presenta con esta pintura es que su vida útil dura tan solo cuatro horas, luego de este tiempo, la misma se endurece.
Poliuretano: es una pintura que presenta una cualidad resistente al igual que la anterior, pero a diferencia de esta, su secado es más rápido al entrar en contacto con espacios húmedos. Resulta perfecta para superficies que presentan irregularidades.
Una vez se tengan bien claro estos temas se puede proceder a la cubrir el suelo con la pintura escogida, hay que recordar que el proceso de pintado se realiza igual que como si se fuese a pintar la pared.