El mundo místico y esotérico está lleno de varias prácticas que pueden llegar a ser consideradas buena o malas dependiendo de a quien le preguntes. Este es un dilema que se viene presentando desde hace décadas en todas las artes místicas.
Seguramente, en algún momento de tu vida habrás escuchado hablar de la Magia Blanca Pura y la magia negra. Lo cierto es que estas prácticas están estrechamente relacionadas entre sí. Sin embargo, hay una fina línea que las diferencia y este concepto de lo que es bueno o malo depende principalmente de la perspectiva desde la que se mire.
En el día de hoy vamos a hablarte un poco sobre estas dos modalidades y de esta forma, podrás conocer cuáles son sus similitudes y diferencias. Quizá luego de leer este artículo, ya no tengas el mismo concepto de estas dos prácticas.
¿Qué es la magia blanca?
La magia blanca es un tipo de práctica mística que se realiza en el mundo desde hace muchos años. Por lo general, se utiliza con buenas intenciones y con el fin realizar una buena acción. Es decir, la magia blanca no se utiliza para hacer daño, sino para beneficiar a una persona o grupo de personas.
El origen de esta práctica es muy antiguo, y hechiceros de distintas partes del mundo se hicieron famosos a lo largo de la historia por sus hazañas. Eran buscados por las personas para que cambiaran su fortuna y pudieran tener abundancia.
Este tipo de Magia Blanca permite ayudar de manera indirecta o directa en algunos temas de interés que los seres humanos tenemos en mente constantemente como; abrir caminos en temas tan importantes como laborales, económicos, salud, afectivo. Por otro lado reforzar sentimientos, protección, limpiar las malas energías, deshacer hechizos de otro tipo de magia, desatar nudos generados por otras magias, etc.
La Magia Blanca te permitirá ir en contra de la Magia Negra, ya que combate los hechizos malignos que hayan podido surgir, pues la Magia Blanca lo único que busca es encontrar la prosperidad, la integridad, el desarrollo físico y mental con tu espíritu.
¿Qué es la magia negra?
Si tenemos que magia blanca representa las cosas buenas y la buena fortuna, la magia negra es la contraparte de esta. Por lo general, se suele decir que es una magia que se utiliza para hacer el mal y dañar a las personas. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que se puede usar magia negra para ayudar, pero los medios y la forma en la que realizan los hechizos pueden llegar a ser cuestionables.
Este tipo de magia por lo general está ligado a la brujería y otras prácticas similares, en las que se utiliza la energía de los espíritus para hacer diferentes cosas. En la magia negra se utilizan hechizos y rituales que pueden llegar a causar infortunio, enfermedades o cualquier otro daño.
¿Cuál es la diferencia entre la magia blanca y la magia negra?
Para estos dos tipos de magia, magia negra y magia blanca, se pueden utilizar distintos accesorios para su realización. Mientras que magia blanca utiliza objetos que usamos en la vida cotidiana, ya que tiene como fin el entretenimiento y la diversión de las personas, la magia negra se emplean objetos con la finalidad de dañar a otra persona. Estas magias se diferencian entre el bien y el mal.
La magia negra es considerada un hechizo para fines maléficos, mientras que la magia blanca es utilizada para sanar, bendecir y crear bienes materiales entre otras finalidades.
¿Qué dice la religión sobre la magia?
Desde una perspectiva bíblica, esta distinción no es válida. La magia -ya sea negra o blanca- obtiene su poder de las mismas fuentes, de poderes demoníacos divinamente prohibidos que influyen al mago tanto fuera de sí mismo como dentro de su ser y lo pueden conducir a un estado de enajenación.
En ese sentido tenemos que la religión condena a estas prácticas sin importar si son utilizadas para hacer el bien o por el contrario son utilizadas para hacer el mal. Un claro ejemplo ocurrió siglos atrás cuando los brujos y hechiceros eran cazados y quemados por los representantes de la iglesia y sus seguidores. No importaba si era una buena persona o no, el hecho de que practicara la magia, indistintamente de su color era suficiente para ser condenado.