El desayuno americano es uno de los más famosos de todos los tiempos, conocido en todo el mundo gracias a los numerosos programas de televisión en los que cada dos por tres vemos a los protagonistas en fiondarsi en la cocina para prepararlo (o comerlo). Este es definitivamente un tipo de desayuno diferente al nuestro; y mientras los italianos nos limitamos a sorber un buen café mientras disfrutamos de un croissant de crema o Nutella, los estadounidenses comen algo más sustancioso… y salado.
La idea de comer alimentos salados en el desayuno se remonta a principios del siglo XX, cuando los estadounidenses solían comer las sobras de la noche anterior (el desayuno no era muy común en esa época). Sólo con el paso de los años se hizo evidente la necesidad de una dieta más saludable a primera hora de la mañana y que además debía diferenciarse del resto de las comidas.
El desayuno americano (al igual que el inglés) es muy criticado porque se considera una comida devastadora para la salud física. Sin embargo, en contra de la creencia popular, comer muchas proteínas en el desayuno es algo positivo: ¡aquí está el porqué!
Beneficios del desayuno americano
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Missouri y publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, si comemos muchas proteínas durante el desayuno podemos mantener nuestro peso bajo control.
El estudio duró seis días y los investigadores tomaron a 20 chicas de unos 19 años (con obesidad y sobrepeso) que solían saltarse el desayuno. Mientras que algunos siguieron saltándoselo antes de ir al colegio, los demás empezaron a incorporarlo a su rutina matutina.
Estos últimos aportaron un total de unas 350 calorías a su desayuno con dulces americanos, incluyendo, carne magra, huevos y también cereales. Al séptimo día, se sometieron a análisis de sangre y, antes de la cena, también a una resonancia magnética funcional para comprobar la situación de la actividad neuronal relacionada con la comida. Los resultados confirmaron que saltarse el desayuno no ayuda en absoluto a mantener el peso bajo control.
¿Pero por qué, entonces, el desayuno americano sería bueno para usted? Una de las principales razones es que la ingesta de tantas proteínas provoca una sensación de saciedad y, en consecuencia, no se come más de lo debido durante el día.
Pero, ¿cuáles son los otros beneficios del desayuno americano? La respuesta de Heather Leidy, coordinadora del equipo de investigación:
Descubrimos que una comida muy rica en proteínas aumenta la sensación de plenitud, de saciedad, y reduce la actividad de las áreas cerebrales responsables de controlar la ansiedad por la comida.
Además, según los mismos resultados, parece que tomar una comida más rica en proteínas en el desayuno contribuye tanto a disminuir los niveles de grelina (una hormona que estimula el hambre) como a aumentar los niveles del péptido YY en la sangre (una hormona relacionada con la sensación de saciedad).
En conclusión, pues, según los investigadores, comer huevos y carne por la mañana es una gran estrategia para aquellos que no quieren verse tentados por alimentos ricos en azúcar durante el resto del día.
El típico desayuno americano
Y aquí nos gustaría aclarar una cosa: el desayuno americano, aunque se conozca mundialmente como “el desayuno de carne y huevos”, no es, sin embargo, único, ya que puede cambiar de una nación a otra, pero también de una región a otra del mismo país. La información que le daremos es más general.
Los estadounidenses son especialmente aficionados al desayuno (al igual que los británicos). Se toman en serio el hecho de que es la comida más importante del día y, por tanto, quieren que sea abundante. Como ya hemos explicado, el desayuno americano no es como el continental, por lo que hay espacio para los huevos, la carne y los sándwiches.