Considerado uno de los aspectos indispensables en la vida y el más importante, el amor es uno de los factores más influyentes en el trayecto de la vida de una persona, la ausencia de amor y cariño haría a una persona alguien cruel y con dificultad para manejar los sentimientos, en cambio alguien con mucho amor y afecto a su alrededor es una persona sensible y comprensiva, capaz de lidiar con toda dificultad y adversidad.
Afianzado como algo totalmente indispensable en la vida, ya sea del tipo romántico o del tipo familiar, definitivamente algo que nos define y nos identifica como personas.
Los amarres de amor
Las practicas esotéricas existen en muchísimos tipos y tienen muchas funcionalidades, existen los magos especializados en el tema de la fortuna, otros en temas destino, mientras que hay otros cuya práctica se limita a lo que es un aspecto de la vida tan complejo y caprichoso como lo es el amor, siendo los hechiceros que tratan este tema, personas que abordan el tema con delicadeza y seguridad, ya que así como en la vida es algo difícil de encontrar y mantener, también en el aspecto mágico es algo difícil de manejar y controlar.
Hay una costumbre muy popular en lo que es la hechicería de tipo amorosa, la cual es la realización de amarres de amor, esta consiste en un sinfín de rituales los cuales atraen, devuelven o enamoran a una persona, vinculándola así con otra, ya sea que se conozcan o no, igual que también alejan a terceros que intervienen o que obstaculizan de alguna manera el vínculo amoroso entre una persona y otra.
Los amarres son una costumbre ancestral creada por los chamanes para forzar vínculos amorosos que traían bienestar a familias, pueblos o al practicante mágico en sí, siendo estos los pioneros de esta interesante e intrigante práctica.
Tipos de amarre de amor
En esta interesante práctica, hay muchos métodos para garantizar el enlace entre aquella persona y tú, hay rituales que requieren de implementos fáciles de conseguir como velas aromáticas, flores y hierbas, mientras que hay otros que requieren circunstancias más específicas y materiales más complejos como animales y sacrificios, como ropa íntima e instrumentos esotéricos comunes.
Están también los rituales pasivos o hechizos de amor como aquellos en los que se hacen pócimas, baños y perfumes y los más agresivos como las prácticas vudú, siendo esta última practica la más criticada y temida dentro de la sociedad.
Están los distintos baños con flores y hierbas como la amapola, laurel, hierbabuena, toronjil, etc., los cuales de manera lenta pero efectiva atraen a aquella persona deseada.
Los amarres con pócimas como aquel popular del agua de calzón, que a través de la unión de elementos de las dos personas que protagonizan el encantamiento y uno foto del que se busca enlazar sin su consentimiento.
Otros amarres que requieren la realización de una especie de té que encanta a la persona que lo tome y hace que se sienta atraído inexplicablemente por una persona que anteriormente no deseaba o no veía de esa manera.